La Dama Indignada

La Dama Indignada

lunes, 24 de febrero de 2014

Autor de la Obra: Max Ernst. Título de la Obra: Europa después de la lluvia.

Max Ernst (1891-1976) fue un artista alemán, nacionalizado francés, que fue una figura fundamental tanto en el movimiento dadá como en el surrealismo. 
Se caracterizó por la utilización de una extraordinaria diversidad de técnicas, estilos y materiales.
Max Ernst, uno de los artistas más ingeniosos del siglo XX. Pocos artistas, entre ellos el español Pablo Picasso y el propio Ernst, desempeñaron un papel decisivo en la invención de técnicas y estilos pictóricos modernos.
En el caso del pintor alemán, el 'frottage', el 'grattage' y la 'decalcomanía'. A través de estas experimentaciones técnicas, Ernst creó obras de un carácter irracional y de escenas oníricas o sacadas del subconsciente que revelan su interés por los mitos y las teorías freudianas, así como  sentido del humor. Sus poderosas imágenes, que exploran lo fantástico y que técnicamente favorecen la espontaneidad, el automatismo y lo accidental, influyeron en las primeras obras de los surrealistas Ives Tanguy, André Masson, René Magritte y Salvador Dalí.
Fue el trabajo del pintor Giorgio de Chirico el detonante del nuevo rumbo que tomaría la obra de Ernst en la década de los años 20, que se manifestó en 'collages' y en las que hoy estilísticamente se consideran primeras pinturas surrealistas. 

Poco después de realizar estos trabajos, Ernst comenzó a experimentar con la técnica semiautomática del 'frottage', que consiste en frotar grafito o pastel sobre papeles colocados encima de superficies de rica textura, a fin de 'grabar' sus diseños.
Ernst aplicaría luego ésta técnica a la pintura, un proceso que acuñó como'grattage' y que utilizaría para representar bosques, conchas marinas, flores y pájaros.

El artista adoptaría posteriormente la técnica 'decalcomanía', que se logra al aplicar una capa de pintura sobre el lienzo y luego un trozo de papel o vidrio encima que, al ser presionado y levantado, deja patrones y manchas de formas orgánicas. De esta experimentación surge la pintura 'Europa después de la lluvia', un paisaje que evoca formaciones rocosas, geológicas o minerales y de las que emergen, como tallados, desnudos femeninos.

Cuando estalló la guerra, en 1939, empezó un calvario, debido a su dependencia de la jurisdicción alemana. Fue internado y excarcelado de varios campos de concentración. En esos años sólo empezó "Europa después de la lluvia" cuando ya Francia estaba ocupada por los nazis y la Gestapo, que le consideraba un artista degenerado, le vigilaba estrechamente. Entonces decidió marchar a EEUU e instalarse en Nueva York.

Este cuadro quiere representar una Europa destruida tras la Segunda Guerra Mundial. Se dice que podría simbolizar el fin del sistema, siendo más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del sistema. Puede ser cierto si se refiere a asteroides chocando contra la tierra, lo que hay sobre éste cuadro no es exactamente fácil de imaginar. Ni siquiera de mirar. Quiere transmitir un sentimiento de catástrofe y desolación.

En sus pinturas, Ernst solía representar bosques, ciudades en ruinas y materia orgánica en descomposición, así como mujeres cubiertas de plumas o con cabeza de pájaro, bestias y seres deformes, temas alejados de la realidad política de ese entonces.

En los años 40, Ernst se mudó a Arizona con su cuarta esposa, la pintora estadounidense Dorothea Tanning, donde pintaría escenas que reflejan los saturados colores del paisaje desértico y donde se aproximaría a la abstracción. Reconocido con el primer premio de la Bienal de Venecia en 1954, el creador alemán comenzó a disfrutar una época de honores en su edad madura, a la vez que su estilo se tornaba más lírico y abstracto.

Ernst regresó a París en 1953. Fallecido en 1976 en París, la noche antes de cumplir 85 años, mantuvo a lo largo de su vida relaciones amorosas con la historiadora del arte Louise Strauss, con Marie-Berthe Aurenche, con la pintora surrealista Leonora Carrington, la marchante de arte Peggy Gugenheim y la también pintora surrealista Dorothea Tanning.



miércoles, 19 de febrero de 2014

Autor: Jean Beraud. Título de Obra: After the misdeed.

Jean Beraud (1848-1935) pintor francés.
Pintó muchas escenas de la vida cotidiana parisina durante la Belle époque , con un estilo que se destaca en algún lugar entre el arte académico de Salón y la de los impresionistas.
Recibió la Legión de Honor d en 1894. Sus pinturas incluyen a menudo la verdad basada en el humor y la burla de la vida parisina de finales del siglo XIX.
Beraud nunca se casó ni tuvo hijos, fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, junto a su madre.

After the Misdeed-Après la Faute en francés, Después de la fechoría, podría ser la traducción en español.
El tono de ésta obra es moralizante. Una mujer llora desconsolada supuestamente arrepentida de haber caído en una pasión inconveniente.
El tema de las mujeres que cayeron presas tanto a sus propias pasiones y del sexo opuesto era popular en Inglaterra y Francia en el siglo XIX, siendo representado de diversas formas.

Los colores oscuros contribuyen al sentimiento de desolación y al mismo tiempo una sensación de arropo entre el terciopelo granate representado de una manera tan realista. Llama la atención la combinación de colores cálidos y fríos, entre el vestido y el cómodo sofá, las diferentes texturas de los tejidos están perfectamente plasmadas.

El espectador se pone en el lugar de la mujer preguntándose qué le habrá ocurrido, sin ver el rostro la expresión está totalmente plasmada.


martes, 18 de febrero de 2014

Autor: John Maler Collier. Título de la Obra: Lady Godiva

John Maler Collier (1850 - 1934) fue un escritor y pintor británico de estilo prerrafaelita, de los retratistas más importantes de su generación. Se casó con dos de las hijas de Thomas Huxley, científico de la época.
La primera esposa de Collier, en 1879, fue Marian Huxley, era pintora. Después del nacimiento de su única hija, sufrió una fuerte depresión posparto y fue trasladada  a París para su tratamiento donde contrajo una pulmonía y falleció en 1887.
Poco tiempo después, en 1889, Collier se casó con la hermana más joven, Ethel Huxley. La ceremonia se celebró en Noruega puesto que la unión entre cuñados no era posible en aquella época en Inglaterra.
Leyenda:
Lady Godiva  fue una dama anglosajona de principios del siglo XI, famosa por su bondad y belleza, estaba  casada con Leofric, conde de Chester y de Mercia y señor de Coventry. Su nombre anglosajón Godgifu o Godgyfu quiere decir gift of God («regalo de Dios»); Godiva es la versión latina del nombre.
Esta dama, compadecida de los sufrimientos y apuros de sus vasallos, a los que su marido esquilmaba con tributos abusivos, se solidarizó con ellos. Construyó junto con su esposo el monasterio de Coventry.
Cuando la ambición se apoderó de su esposo, ella le pidió que rebajara sus impuestos. El conde accedió, pero con la condición de que Lady Godiva recorriese Coventry a caballo, sin más vestidura que su largos cabellos. La dama accedió, pero acordó con sus vecinos que éstos se encerrarían en sus casas para no perturbarla en su desnudez. El día elegido Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo, montada en su caballo, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas encerrados y con las ventanas cerradas.
La leyenda finaliza con que Leofric, conmovido por el gesto de su esposa, cumplió su promesa y rebajó los impuestos.

Todos los ciudadanos se encerraron en sus casas, menos un sastre conocido más tarde como Peeping Tom (Tom el mirón). Según la leyenda, el sastre no pudo resistir ver a su señora desnuda a través de un agujero en la persiana, y se quedó ciego por ello. Además, la expresión pasó a designar en el idioma inglés a quien en castellano se llama mirón y en francés voyeur.


sábado, 15 de febrero de 2014

Autor: Sanford Robinson Gifford. Título de la Obra: El Cuerno de Oro

Sanford Robinson Gifford (1823-1880)
Gifford fue un importante luminista perteneciente a la  Escuela del río Hudson. Primero estudió en la Universidad de Brown. En 1845 salió de Providence  hacia Nueva York para seguir su carrera artística y posteriormente centrarse en el paisaje. 
Hizo varios viajes a Europa. Un creciente interés en el paisaje occidental condujo a su exploración de las montañas rocosas  con otros artistas Worthington Whitteridge y John F. Kensett y después un segundo viaje al oeste americano, dibujando toda la costa de California hacia Alaska.  
Expuso con frecuencia en la Asociación de Arte de Brooklyn y mantuvo un estudio en el edificio de la calle 10 en la ciudad de Nueva York desde 1858 hasta su muerte. 
Las obras de Gifford se han conservado en la National Gallery, la Galería de Arte Corcoran, la Sociedad Histórica de Nueva York, elMuseo Metropolitano de Arte, el Instituto de Arte de Chicago y el Museo Amon Carter.
Gifford está enterrado en el panteón familiar Gifford en Hudson, Nueva York.

El Cuerno de Oro  es un histórico estuario a la entrada del estrecho del Bósforo, que divide la ciudad turca de Estambul.
Este emplazamiento, que forma un puerto natural espectacular, ha protegido a los griegos, romanos, bizantinos y otomanos y otros barcos durante miles de años.
Se trata de un estuario en forma de cimitarra que se une al Bósforo justo en el punto en que el estrecho entra en el mar de Mármara, formando una península en cuya punta está la vieja Estambul (la antigua Bizancio y Constantinopla). Su nombre, en griego y español, significan lo mismo, pero a que hace referencia la denominación «de oro» aún hoy es poco clara. Ha sido testigo de muchos incidentes históricos tumultuosos y sus espectaculares vistas han sido objeto de innumerables obras de arte.

Título: El Cuerno de Oro (Golden horn): Aquí vemos representado un atardecer en ésta zona llamada El Cuerno de Oro los edificios ligeramente esbozados al fondo, invade todo el cuadro una luz cálida que invita a la reflexión y relajación. 



jueves, 13 de febrero de 2014

Autor: Antonio López, Título de Obra: El Membrillero.

Antonio López, nacido en Tomelloso pocos meses antes del comienzo de la Guerra Civil, fue el mayor de los cuatro hijos de una familia de labradores acomodados. Desde niño sintió vocación por el dibujo, sin duda influenciado por su tío, el pintor Antonio López Torres. En 1949 se trasladó a Madrid para preparar su ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde se formaría entre 1950 y 1955. Dos años después, tras recorrer Italia gracias a una beca, realizó su primera exposición individual en Madrid.

Durante los primeros años alternó su trabajo entre Madrid y su ciudad natal. Se casó en 1961 con la pintora María Moreno, con quien tuvo dos hijas: María y Carmen.

En 1965 fue designado profesor encargado de la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, una actividad docente que abandonó cuatro años más tarde.

En su obra, influida por Salvador Dalí, son sobradamente conocidas las pinturas Cuarto de baño (1969) y La Gran Vía (1974 - 1981), Madrid desde Torres Bancas (1982) y Membrillos y granados.

En 1985 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 2006 el Premio Velázquez de las Artes Plásticas. En 1993 fue nombrado miembro de número de la madrileña Real Academia de San Fernando.

Un año antes, en 1992 el director de cine Víctor Erice filmó El sol del membrillo en el que se recoge el proceso creativo del artista mientras pinta un membrillero del patio de su casa.

Este pintor lleva una vida tranquila y sin excentricidades, muy alejada de la tónica general de los artistas, cercano y amable, no le gusta mucho hablar para el mundo, pero lo hace por amabilidad con todo el que se lo pide emanando sencillez y genialidad en cualquier caso en sus comentarios.

Su pintura es realista, meticulosa, captando hasta el mínimo detalle con la máxima exactitud, para la realización de los exteriores acudía día tras día durante meses al lugar en concreto en el momento coincidente con la luz deseada con una paciencia y constancia infinita, el resultado es espectacular.

Uno de los grandes temas de la obra de Antonio López es el árbol, reaparece tantas veces en sus dibujos de membrilleros y otros frutales. El árbol es el reverso y el antídoto de la ciudad. Frente a los vastos paisajes urbanos, la intimidad del pequeño huerto. En contraste con la visión aérea y lejana, esta visión cercana, táctil, que palpa los contornos de las ramas, las hojas y las frutas.

Tras sus dibujos de interiores de los años sesenta, centrados en los planos de luz y sombra, hacia 1970, el artista regresa a un dibujo más tradicional, de puro contorno. En sus membrilleros, la sustancia material de las frutas, las hojas y las ramas se evapora, dejando sólo un residuo muy sutil, como una filigrana o una labor de encaje. El artista compara sus dibujos de árboles con mapas. Sus líneas forman una geografía fractal y laberíntica, un territorio de grietas y fisuras.

El Membrillero, he escogido éste cuadro en concreto porque se aleja un poco a lo que estamos acostumbrados a ver de él y a mi me llama especialmente la atención. Es un cuadro completamente cubierto, a diferencia de lo que suele hacer, los deja inacabados en muchísimas ocasiones o solamente son contornos dibujados la mayoría de sus membrillos.

En el caso del Membrillero, a las oscilaciones con la intensidad de la luz sobre el modelo se une el movimiento de ramas y hojas e incluso el propio proceso de maduración de los membrillos.
El cuadro anota todos esos pasos por lo que el pintor añade y resta materia para definir la imagen o utiliza recursos como convertir la escena en nocturna, unifica el conjunto al crear una densidad que evita los cambios del color.

Óleo sobre tabla
49, 3 x 50 cm
Colección particular




lunes, 10 de febrero de 2014

Autor: Gian Lorenzo Bernini. Título de la Obra: Apolo y Dafne.

“Apolo y Dafne”, obra realizada entre 1622 y 1625 por el maestro del barroco Gian Lorenzo Bernini (1598-1680). Bernini, al igual que lo fuera Miguel Ángel Buonarroti durante el siglo anterior, será el maestro indiscutible de la escultura barroca italiana a lo largo del siglo XVII además de arquitecto realizando la mayor parte de su obra al servicio del Papa. Poco se sabe de su vida privada.
La Obra es un grupo escultórico exento compuesto por dos figuras está realizado en mármol. Para ello Bernini utilizó varios bloques renunciando a la concepción escultórica renacentista según la cual la escultura debía realizarse de un único bloque de mármol. Su temática mitológica demuestra que el gusto por los temas mitológicos que había renacido en Italia a partir del Quattocento continuaba vigente a lo largo del siglo XVII.

El grupo escultórico formado por dos figuras, una masculina y otra femenina, plasma el mito recogido en la"Metamorfosis" de Ovidio, según el cual, el dios del amor Cupido, para vengarse de la ofensa que le había infringido Apolo burlándose de él, decidió vengarse lanzando dos dardos, uno que provocara el amor a primera vista y otro que provocara el rechazo, asestando con el primero a Apolo y con el segundo a la ninfa Dafne, hija del dios del río Peneo. Acosada por el amor de Apolo, Dafne huye despavorida y viéndose a punto de caer en brazos del dios pide protección a su padre quién la convierte en árbol de laurel. Apolo decidió, en honor a la joven, tomar la hoja de este árbol como su árbol sagrado.

Bernini  representa el momento de máxima tensión y movimiento al elegir el momento justo en el que se comienza a producir la transformación. El joven Apolo ve interrumpida su carrera por el movimiento ascendente de la joven quien, elevando los brazos al cielo, observa con horror como la transformación se va apoderando de su cuerpo: de los dedos y cabello brotan las ramas y hojas, de sus pies nacen las raíces mientras el cuerpo se va cubriendo de la corteza del tronco.
Por último el gesto de terror de la joven se contrapone por el del dios, ajeno a la transformación que ha comenzado delante de sus ojos.
La captación del momento fugaz que permite al espectador, a medida que gira alrededor de la escultura, asistir a la metamorfosis de la joven en árbol es magistral.
Bernini recurre a la luz con un sentido dramático que acentúa la tensión de la escena a través de los contrastes de luces y sombras, violentos en los pliegues del manto de Apolo o en la hojarasca del pelo de la joven y suave en la superficie de la piel de los cuerpos de los jóvenes.

Me parece impresionante. ¡Disfrutad!









viernes, 7 de febrero de 2014

Autor: Thomas Kennington. Título de la Obra: Sin Hogar ( Homeless).

Thomas Kennington  (1856-1916).
Artista inglés realista, estudió tanto en el Royal College of Art de Londres y la Académie Julian en París. A pesar de que expone con regularidad en la Real Academia en sus primeros años, Kennington fue uno de los miembros fundadores del Club de Arte de Nueva Inglés, cuyo propósito era proporcionar oportunidades de exhibir a los artistas descontentos con la dominación de la Real Academia.
Su hijo Eric Kennington (1888-1960) fue también un destacado artista.

Sin Hogar (Homeless), 1890, es una de una serie de obras en las que Kennington representa la difícil situación de las mujeres y los niños que estaban empobrecidas o indigentes. Temas como éstos le aportan la popularidad adquirida durante los años 1870 y 1880, en parte como resultado de la creciente influencia de las revistas ilustradas, en las que contribuían regularmente artistas para proporcionar imágenes de la vida "real".

La fama se la dieron sobre todo, sus escenas de género, de un realismo social que impactaba y también aquellas en las que idealizaba la vida cotidiana; en “Huérfanos”, “Viudo y padre”, “Sin hogar” y “El signo del pliegue de la pobreza”, plasmó la dura y cruda realidad de la pobreza, al parecer se inspiró en los niños pobres que pintó Murillo.

Lo que vemos en éste cuadro en concreto es una madre con su hijo desvanecido posiblemente por inanición. Aunque no tienen un aspecto desarreglado se intuye que sus únicas pertenencias se encuentran en el hatillo que ha dejado en el suelo para atender a su hijo. El cuadro inspira compasión, frío, soledad, los colores grises y las pieles tan pálidas contribuyen a ello.
La técnica utilizada por Kennington para pintar el pavimento mojado y el río y su enfoque en sutiles variaciones de tonalidades más que sobre el color - como la luz gris suave que ilumina esta escena - se encontraban entre las características de artistas británicos procedentes de fuentes francesas de la época. 

Tiene una calidad pictórica extraordinaria. Disfrutad!!


miércoles, 5 de febrero de 2014

Autor: Cézanne. Título de la Obra: Los jugadores de cartas

Paul Cézanne  (1839-1906) fue un pintor francés postimpresionista, considerado el padre de la pintura moderna, cuyas obras establecieron las bases de la transición entre la concepción artística decimonónica hacia el mundo artístico del siglo XX, nuevo y radicalmente diferente. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran aislamiento. Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y, hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional. Fue un «pintor de pintores», que la crítica y el público ignoraban, siendo apreciado sólo por algunos impresionistas  y, al final de su vida, por la nueva generación.

Los jugadores de cartas (Les Joueurs de cartes en el título francés original) es una serie de cinco cuadros sobre el tema de la partida de cartas. Este en concreto es el número 4.
Pertenece a la época de madurez (década de 1890) en la que Cézanne produce sus principales lienzos. Ejemplifica los cuadros en los que los personajes están fuertemente anclados en su decorado.  
Los volúmenes están definidos de manera geométrica, lo que confiere a los dos personajes una dignidad clásica. Son dos campesinos que juegan a las cartas, con una botella de vino en medio, en la que se refleja la luz. Distorsionando la visión perspectiva, Cézanne logra que la atención se centre en una simple escena de la vida.
Predominan tonos de los colores azul, amarillo y rojo. Esta restricción cromática intensifica la sensación de austeridad formal. Las pinceladas se presentan solitarias y sintéticas, como el reflejo sobre la botella o el simple trazo que describe el ojo del jugador de la derecha. Pinta con la técnica del facetado, lo que es evidente en la cara del jugador de la izquierda. Éste lleva un sombrero de forma cilíndrica, lo que recuerda la afirmación de Cézanne de que
«Todo en la naturaleza está modelado según la esfera, el cilindro y el cono»

Cézanne no proporciona sólo una impresión, sino también una descripción del sentido interno de la acción, como síntesis destinada a permanecer en la mente bajo la forma del recuerdo.
A principios de 2012 uno de los cuadros de la serie se convirtió en la obra de arte vendida por más dinero de la historia al comprarla la familia real catarí a los herederos del magnate griego Yorgos Embiricos por más de 250 millones de dólares, aproximadamente 191,6 millones de euros.





lunes, 3 de febrero de 2014

Autor: Rogelio de Egusquiza. Título de la Obra: Tristán e Isolda. La Muerte.

 Autor: Rogelio de Egusquiza. Título de la Obra: Tristán e Isolda. La Muerte.
(Santander, 1845, Madrid,1915) Pintor español. Su obra, influida por Bonnat, Fortuny y los Madrazo, se centra en los cuadros de historia y en los temas wagnerianos, siendo incluso amigo personal de Wagner.
                                                                                       
"Tristán e Isolda.  La Muerte".
Lienzo: 160x240 cm.
Colección Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Representa la escena final del tercer acto del Tristan und Isolde de Wagner, Acto III Liebestodobra que Egusquiza presenció en los Festivales de Bayreuth.
Tristán muere e Isolda le encuentra muerto y muere de amor por la visión de su amado muerto.
Duermen por siempre Tristán e Isolda su sueño de amor eterno.
Una de las leyendas dice que un rosal y una vid crecerán y se enredarán sin que el hacha del rey Marke pueda evitarlo.

Es Isolda la que otorga la inmortalidad a Tristán con su elección de seguirle en su periplo más allá de la muerte. Inspira un dramatismo calmado y sutil.

Se destaca la fuerte luz cenital que envuelve las figuras yacentes de los amantes, tratando de conseguir una pintura de tono realista y teatral. La total compenetración de Egusquiza con el drama wagneriano, lo lleva a representarse en la figura de Tristán muerto. Pero en ambos artistas, ese intimismo y el provocar emociones propias de la plástica simbolista están presentes, sin lugar a dudas, en esta muerte de amor, como el mismo Wagner escribió: “Lo que el Destino dividió en vida resurge ahora como vida transfigurada en la muerte… Sobre el cuerpo inerme de Tristán la agonizante Isolda alcanza el bendito cumplimiento del ardiente anhelo, la unión eterna en el espacio infinito, sin barreras, sin trabas, inseparables”.