La Dama Indignada

La Dama Indignada

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Autor: Edvard Munch. Título: El grito

Edvard Munch fue un pintor y grabador noruego perteneciente a la corriente expresionista. Sus primeras obras nos reflejan su angustiosa vida marcada desde la niñez. Su infancia fue muy difícil. Perdió a su madre cuando él tenia 5 años, su hermana sufría de un trastorno bipolar y fue internada. Ella murió cuando el artista tenía 15 años. Su padre fue un hombre muy dominador que a sus 5 hijos los obsesionaba con sus ideas religiosas. De aquí nació su personalidad un poco conflictiva y a veces desequilibrada que alguna vez hizo que él mismo se internara en un hospital mental. Pero al mismo tiempo él lo consideraba que este trastorno era la base de su genio.
Sus obras trataban sobre las angustias y temas existenciales. Amor, angustia y muerte. Sobre el tema del amor Munch hace referencia al primer amor de su vida, Millie Thaulow. Una mujer casada a la que llamaba “señora Heiberg”. El no poder tenerla y desearla constantemente hizo que realizara unas obras donde nos muestra sus escenas vividas.
El grito:
Existe un diario escrito por Munch en 1892 donde nos detalla su inspiración para este cuadro:
“Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.”
Se dice que ese lugar era un mirador donde se inspiraban muchos artistas viendo el paisaje de Kristiania, Oslo, desde la colina de Ekeberg. Aquí existía un camino que estaba a las afueras de la ciudad. Un lugar de numerosos suicidios donde incluso uno de sus amigos actores se quitó la vida. También se podía observar un manicomio, el lugar donde su hermana Laura fue internada y unos mataderos en el alcantarillado.
Munch después de haber pasado esa tarde tan misteriosa, quería pintar la cara oscura de un grito. Un grito que no solo debia expresarse con palabras ó ser escuchado en su entorno. El deseaba expresar una figura sin voz. Para él , el grito venía de todo lo que le rodeaba.
En su esmero por plasmar ese grito que atravesaba la naturaleza y que el autor pudo percibir, parecía que las circunstancias fueron perfectas para que Munch se motivara en crear una obra de arte. Aquel melancólico atardecer, y todos sus problemas suscitados a lo largo de su vida daban vueltas en su mente y lo atormentaban de tal manera que todo contribuía a aquel grito mudo encerrado en el lienzo.
Hay 4 versiones de El Grito, dos de las cuales fueron robadas y posteriormente recuperadas.







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