La Dama Indignada

La Dama Indignada

jueves, 7 de noviembre de 2013

Autor: Alberto Durero. Título: La Liebre

Alberto Durero es uno de los artistas más famosos del Renacimiento alemán. En su producción abundan pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte.Nació el 21 de mayo de 1471 en Nüremberg, Alemania. Era hijo de Alberto Durero el Viejo y Barbara Holfer. La pareja tuvo dieciocho hijos, pero solo tres lograron sobrevivir. Su padre, un orfebre húngaro, fue su primer maestro, enseñándole el oficio de orfebre y joyero, pero pronto comenzó con su etapa de pintor. Se casó, pero no tuvo hijos. Se conoce mucho más su obra que su vida privada.

La Liebre presenta una imagen tan atractiva que cuesta dejar de mirarla aunque no se sepa explicar muy bien el por qué. Contra la opinión antaño generalizada, esta acuarela no se trata ni mucho menos de un simple dibujo científico pese al derroche de meticulosidad exhibido por Durero. Al contrario, la magia de esta obra reside en que la luz dorada que ilumina al animal desde la izquierda proyecta una fantástica sombra tan desconcertante como peculiar. Esa luz, que parece poner de relieve la punta de todos y cada uno de los pelos, acaricia la oreja plegada e infunde vida al ojo. 


De esta manera, y de forma tan extraordinaria como original, da la sensación de que es el propio animal quien contempla al espectador y no al contrario. Toda la minuciosidad del hijo del platero queda aquí manifiesta con unos meticulosos trazados del pelaje del animal que evidencian prolongados períodos de observación y que conectan directamente con el arte de los primitivos flamencos nórdicos aunque, eso sí, teniendo en cuenta que estamos hablando de otro tipo de técnica, la acuarela, frente al óleo. Precisamente, el hecho de que esta singular obra de arte esté plasmada en papel concede un todavía mayor relieve a su impecable factura. En pocas ocasiones podremos contemplar tanta excelencia en tan reducido soporte, tanto derroche de creativa personalidad en una simple hoja de papel. Su observación directa multiplica los admirables efectos desatados en base a una sencilla ilustración.

El 8 de marzo de 2005, la famosa Liebre de Durero llegó al Museo del Prado, junto con casi un centenar de obras, como consecuencia de un convenio firmado con la Albertina vienesa. La polémica estuvo servida desde el primer momento, ya que la televisión austríaca denuncia que el préstamo temporal es del todo ilegal. El original de la obra estuvo expuesto sobre bajas condiciones lumínicas durante todo el período en que duró la exposición para evitar su deterioro, pese a que en un primer momento se adoptó una solución de compromiso en la que dicho original estaría sólo expuesto durante cuatro semanas para ser luego reemplazado por una réplica. La afluencia de público al Museo del Prado hasta el 29 de mayo, fecha de la clausura de la exposición, fue de las mayores que se recuerdan. Todo el mundo se quedó boquiabierto al contemplar la famosa Liebre. No podía ser de otra manera, claro está.
Se dice que Durero realizó ésta obra y muchas otras con un pincel de un solo pelo.



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